Aun no lo creo. Primer día de mi vida sin su presencia maligna. Primer día en mi vida sin desearle la muerte.
Ya está muerto. Se acabó.
Sin condena alguna, con 400 querellas, esperando una muy larga condena en el más allá. Horror, sufrimiento, dolor interminable. Eso mismo que nos dio a tantos y tantas por muchos años. Eso es lo que hoy recibe. Todo se paga. Aquí o donde sea.
Bienvenido al infierno! (al verdadero... porque tu vida siempre fue eso...)
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