

Sin darnos cuenta nos llevó dentro de su historia, dentro de la fantasía de un cuento bien contado. En vivo y por TV.
Estamos necesitados de creer, de soñar y de jugar. Tenemos tantas ganas de vivir un sueño que este fin de semana salimos a la calle a buscar una muñeca gigante. Nos llenamos de emoción al verla. Se nos agrandó el corazón y sentimos cariño por ella.
Las herramientas que ella tenía para atrapar al rinoceronte eran la ternura, la dulzura y la paciencia... pero además de atraparlo a él, nos atrapó a todos nosotros.